Pasaron 17 meses desde que el dominicano Fernando Tatis Jr. vistió el uniforme de los Padres para un partido. Momentos antes de su encuentro de la Liga del Cactus, el piloto de los Frailes, Bob Melvin, le informó a Tatis que si se embasaba tenía luz verde para robar.
La respuesta de Tatis fue simple: Hizo el sonido de un motor listo para arrancar.
Efectivamente, en su primera visita al plato el martes contra los Gigantes, la superestrella de San Diego negoció un pasaporte ante Alex Cobb tras ocho pitcheos. Dos lanzamientos después, Tatis empezó a correr.
Tatis se estafó la intermedia con relativa facilidad, deslizándose con los pies (la opción que prefiere su club). Pero el impulso obligó a Tatis a pasarse de la base. Cuando se sujetó de la parte exterior de la almohadilla con la mano izquierda, fue una prueba inmediata al hombro izquierdo y muñeca izquierda -- que ambos fueron operados.
El quisqueyano se puso de pie, se desempolvó y mostró una enorme sonrisa. Dos pitcheos después, anotó fácilmente en un triple de Jake Cronenworth.
“Se sintió bien salir a jugar”, expresó Tatis todavía con la enorme sonrisa. “Se sintió maravilloso. Es parte de mi juego. Lo seguiré haciendo, y creamos una carrera así”.
El debut de pretemporada de Tatis terminó después de tres turnos como bateador designado en la victoria por 7-5 sobre San Francisco.
Tatis tendrá todos los entrenamientos de primavera para acoplarse a su nueva posición como guardabosque. Pero cuando terminen, todavía deberá cumplir 20 juegos de su suspensión por dopaje. El jardinero será elegible para volver a la acción el 20 de abril.
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